OKUPACION

La ocupación ilegal de terrenos cobijados bajo el concepto de posesión ha existido desde el mismo momento en que nació la propiedad privada. Ha sido la respuesta de quienes buscan una vivienda digna para quienes especulan con el terreno que tienen en su poder.

Después de los años 60’s en Inglaterra surgen los Squatters, un movimiento unificado que ocupa viviendas deshabitadas bajo unos principios básicos a favor de una vida digna y en contra de la propiedad privada. De ahí, el fenómeno se expande por toda Europa bajo otros nombres como “Crackers” y “Besetzers”. Pero es seguramente en España bajo el rotulo de “Okupas” que nacen los CSOA (Centros Sociales Ocupados Autogestionados), espacios donde los okupas empiezan un proceso de reivindicación y asumen un rol mas publico y participativo dentro de los barrios y comunidades que habitan.

Es asi como en los CSOA se encuentran personas, actividades e ideas que no tenían lugar dentro de la ciudad antes de ser okupadas.

En materia de okupación en América Latina cabe mencionar las alentadoras luchas de trabajadoras(es) que afrontando los despidos masivos, han okupado las plantas y sitios de trabajo en defensa de sus derechos. Las fabricas okupadas han modificado su producción para alentar las necesidades de la comunidad. Otras, por su parte, se han convertido en centros de reunión obrera, en talleres, en galerías de arte, ateneos, etc.

Es prioritario elaborar estrategias colectivas, simultaneas, descentralizadas y horizontales que generen un movimiento de base sólido capaz de afrontar el aparato represivo. Ser omnipresentes (okupar varios espacios al mismo tiempo), ser gigantes a la hora de resistir un desalojo, resurgir después de cada desalojo con mas fuerzas para seguir.

La lucha por la dignidad de los(as) desplazados(as) deben liderarla ellos(as) mismos(as). Por eso es urgente sembrar y promover la necesidad de organización. Mostrarles que su dignidad esta por encima de cualquier derecho a la propiedad privada, que la ocupación es una forma legitima de exigir lo que les han robado, que quienes en realidad roban son aquellos que les explotan o especulan con su propiedad.

Aquel que no tiene con que vivir no debe ni reconocer ni respetar la propiedad de los otros, ya que los principios del contrato social han sido violados en su contra”

Johann Gottlieb Fichte